ENTREVISTA A CLARA DE RAMON: “LA CULTURA TE ALIMENTA EL ÁNIMA”
El talento acostumbra a tener origen y referentes. En su familia encontró el espejo y en la persistencia, el oficio. Clara Ramón (Barcelona, 1993), empezó su andadura en la interpretación consciente que los logros casan con la pasión. A los 10 años entró en la escuela de teatro donde estudió hasta los 15 una formación que acompaña al talento. A los 16 años realizó su primera obra nacional, y ha formado parte de obras como ‘Agost’, ‘Blog’, ‘Dieta mediterrània’, ‘Flors carnívores, ‘Kubala, Moreno i Manchón’, entre otras. Su magia pisa más obras teatrales que películas pero en lo que está por venir se mantiene la llama viva.
¿Donde surge la pasión por la interpretación?
Me surge de mi familia. Tanto por parte de madre como de padre están involucrados con teatro amateur en todas las facetes. Mi padre ha ejercido de director, de escenógrafo, de actor, mi abuela se encargaba del vestuario y esa vinculación familiar se me ha impregnado.
¿Cómo te definirías como actriz?
Creo que por mi voz y físico puedo dar un personaje sea duro, fuerte o dulce. Soy una actriz con personalidad, con fuerza y intento estar siempre muy viva. Creo que soy intuitiva y práctica.
¿Qué marca más la interpretación, el trabajo o el talento?
El trabajo y la persistencia. El talento te da oportunidades, te permite destacar y que eso te lleve a tener más trabajos. Pero quien persiste y no abandona es el que tiene las mejores oportunidades y los mejores resultados.
¿Hay más aprendizaje de lo que te transmiten o autoaprendizaje de lo que vives?
Hay mucho de autoaprendizaje. Vas haciendo pasos. Y también aprendes mucho de los compañeros. De ver que hacen en determinados momentos, te vas quedando cosas. La teoría, si no pasa por ti, si no lo vives o no lo sientes es difícil que lo interiorices y lo aprendas. Los libros teóricos no me acaban de funcionar.
¿En qué formato te sientes más cómoda: cine, tv, teatro…?
Yo aprendí teatro, las tablas. Me siento más cómoda, lo siento dentro, desde pequeña he estado encima de un escenario. Cada vez me llama más la atención el formato audiovisual. Me interesa la televisión, y sobretodo el cine porque es un formato más cuidado y creo que tiene mucha potencia. Me emociono más viendo una película que con una obra de teatro. Tengo facilidad para llorar con las películas, y en cambio me cuesta más con las obras. Supongo que se me despierta menos la sensibilidad en el teatro porque me fijo mucho en la interpretación y en detalles técnicos.
¿En qué rol te sientes más Clara?
Haciendo de Ofelia en la obra Hamlet me sentí muy bien por ejemplo. Supongo que porque en el momento de la locura (hay una escena de locura de Ofelia), encontré la libertad de hacer lo que me diera la gana en el escenario mientras era consciente de que tenía al público completamente enganchado.
¿En qué has evolucionado?
En conectar con los compañeros como si fuera un partido de tenis, en el sentido de aportar siempre cosas nuevas. No soy para nada una actriz del ‘método’. Dejo fluir el aquí y ahora, y me comprometo como actriz en lo que interpreto.
¿Qué estados de ánimo fluyen antes y durante una obra?
En el estreno hay muchos nervios. Viene crítica, viene la familia. No sabes que pensará la gente. Te sientes juzgado, pero poco a poco los nervios se van rebajando, y vas disfrutando. En el proceso de ensayo hay un momento de crisis (tensión, llantos, críticas, gritos) pero todo remonta.
¿Es más importante una buena historia o un buen elenco de actores?
Las dos cosas: actores e historia tienen el mismo peso. Al final te quedas con el conjunto. Puede haber una muy buena historia con mala interpretación que no te llegue, y una mala historia que te llegue más por la interpretación. Entiendo que como espectador buscas el conjunto.
¿Qué te fijas cuando ves cualquier tipo de obra artística, sea cine, serie, documental, obra de teatro?
En los actores. Me fijo en cómo actúan, cómo hablan, si realmente me creo el rol que están desarrollando. A veces veo a un actor o actriz, y se que está siguiendo al 100% el guión, todo memorizado al pie de la letra. Me fijo en lo que dicen con la mirada…
Hay más formación teórica o práctica en la interpretación?
Depende de la escuela. En el instituto del teatro hay una parte teórica, pero no muy significativa. Teatro, literatura, historia… conceptos de escenificación. Y por otra parte hay una parte práctica: Trabajo de voz. De cuerpo y movimiento. De interpretación. Improvisación, escenas, montajes con director. Juntas todas las ramas que, en un principio están separadas, y luego se fusionan.
¿Qué te llama más la atención, el presupuesto, la historia, el director, el reparto…?
Normalmente me decanto por obras que me interesen. De que habla la obra. Como está escrita. El personaje que tengo que interpretar. El director. Y el teatro donde se hace la obra. Hace un año tuve que escoger. Eran dos proyectos muy chulos, dos personajes que me gustaban y me decanté por la obra más difícil: cobraba menos, era un personaje menos agradecido pero me interesaba más la historia, el director, el espacio. Además, era una compañía que hacen familia, y me gustó trabajar con ellos.
¿Hay mucha improvisación?
Depende del proyecto y del actor. Hay actores que son muy cuadrados; Hacen la misma función, hacen el mismo tono, pasan por los mismos lugares. Y hay quien deja que pasen cosas inesperadas en el momento. Puede ir mejor o peor. Ahora se lleva mucho las películas que dan libertad a la improvisación, hay más libertad y es interesante porque da más lugar a la sorpresa.
¿Hasta qué punto os creéis la trama?
Busco mis referentes que puedan ser asimilables y conectables a las situaciones del personaje. Intento ser muy sincera en el momento en el que estoy actuando y en el que estoy sintiendo, que sea de verdad. Si tengo que llorar mucho, y no me sale llorar, buscaré un modo de hacerlo siempre partiendo de que lo haré sintiéndolo de dentro. Me creo el papel sabiendo a que estoy jugando y sabiendo que todo es mentira. Siempre parto de que es un juego y que es una historia fuera d ela vida real. Que sea verdad, dentro del juego del teatro.
Cuando hablas de referentes, ¿te refieres a entorno familiar o profesional?
A ambos. Hace poco hacía una obra en la que se me moría la madre. A mí no se me ha muerto mi madre pero si he tenido la pérdida de un abuelo. Intentaba recordar la sensación de la pérdida, y que pasaría si sucediera con mi madre. Y interiorizaba y lo interpretaba desde este pensamiento. Y por otro lado, hay referentes de actores y escenas que has visto y te pueden servir como referencia. Para la escena de locura en Ofelia, me miré todas las versiones de escenas de locura, e intenté sacar cosas de las actrices que lo hacían. Sin copiarlo pero encontrando inspiración.
¿Necesitas conectar como persona para conectar en una obra?
Ayuda. Hay veces que no conectas como persona y conectas como actor y es curioso porque en escena está pasando algo, y cuando termina la escena piensas: uff… Es más agradable cuando te entiendes con la gente con la que trabajas pero no es una condición sin ecua non caerse bien para entenderse en escena.
¿Cuál es el rol más difícil en una obra?
El director es el que está en frente del barco y tiene una responsabilidad muy grande. Toma muchas decisiones. Tiene mucho peso y debe ser el bueno y el malo. Pero todos los roles tienen su complejidad.
¿Cuantas horas hay detrás de un papel en el que tienes protagonismo 2-3-4 minutos como mucho?
En cine puedes estar un día grabando una secuencia de 3 minutos. Repitiendo, repitiendo y repitiendo. O 3 días. Depende también del dinero. Si la producción tiene más dinero, puedes estar más tiempo por cada minuto de rodaje. En teatro estamos un mes y medio, dos meses para hacer una obra de una hora a tres horas. En televisión, una hora o dos horas de rodaje por escena, que dura después uno o dos minutos. Detrás hay todo el estudio de texto, de buscar referentes, pensártelo en la ducha, yendo en bici. En un proceso de ensayo hay una necesidad de estar abducido por ese rol.
¿Las obras responden a temas de interés público o a temas que pueden resultar interesantes?
Depende si son teatros públicos o privados. Es como la televisión. La televisión pública debe ofrecer programas de calidad, quizá con menos espectadores, pero que sean culturalmente interesantes. Documentales, interesantes que quizás no interesan. En teatro, las productoras privadas, intentan hacer un producto que sea interesante y que a la vez venda. Entonces a veces se busca el equilibrio. Buscar un tema de interés público, cultural pero con actores de la tele que acostumbran a llamar más la atención. Y en ocasiones pues simplemente, hacemos una comedia que quizá no tiene esa vertiente cultural pero que será graciosa y resultará interesante. En relación a los actores, el teatro público mira más por actores no tan conocidos, y por tratar temas problemáticos, obras experimentales. Aunque al final, hay un punto mercantil porque todo el mundo quiere vender.
¿Estáis bien o mal pagados?
En general está mal pagado. Puedes tener la suerte de no parar de trabajar y ahí si generas ingresos, pero normalmente haces 1-2 proyectos que te ocupan 8 meses y luego tienes pausas. Los meses de ensayo cobras un sueldo mileurista, y en rodaje cobras un poco más. En TV cobras bien, pero es inestable porque puedes pasar de un buen ‘contrato’ a estar en el paro.
¿Dónde encuentra la felicidad el actor, durante el rodaje o después cuando puede ver el resultado final?
Hace un tiempo me gustaba más el proceso de hacer la obra, la ejecución, la hora de la verdad, pero cada vez más me gusta el proceso de ensayo, porque eres libre para probar, experimentar, crear infinitamente… Este momento es muy placentero porque te permite muchas variantes, cambios…
¿Cuál es el mejor reconocimiento?
Lo que me hace muy feliz es lo que opine y sienta mi familia, mis padres. Si ellos vienen, y dicen nos ha gustado, es un premio muy grande. Existe el peligro de buscar el reconocimiento externo y si no lo encuentras, que no te satisfaga aquello que haces. Tienes que confiar en lo que sientes tú.
¿Podéis planificar el futuro o vais proyecto a proyecto?
Te vas dejando llevar intentando no preocuparte más de lo justo en lo que vendrá. Los trabajos se acaban pronto y las tienes que disfrutar porque puede haber el error de pensar en el futuro y en : no voy a tener nada, no tendré nada. Y no disfrutas el momento. A veces sucede que estás en un proceso muy chulo pero angustiada porque después no tienes nada. Puedes planificar en un plazo de un año, no mucho más.
Cuando escuchas Hollywood: ¿qué piensas?
Siento ilusión, como cualquier actor o actriz. No me preocupo por llegar, hay gente que quizá se va a desarrollar su carrera a Estados Unidos por intentarlo desde ahí pero no es, ni será mi caso. De momento me gusta estar aquí, aunque me gustaría irme a Madrid porque hay más trabajo que en Barcelona.
¿Cómo influye el auge de las redes sociales en el arte?
Las redes sociales son una herramienta para los actores porque se mueve mucho eso de seguir a la gente y el hecho de tener más seguidores, representa que tienes más popularidad. Ahora hay gente que en los castings valora mucho al actor o actriz en función de si tiene más o menos seguidores. Si están entre dos actores, las redes pueden marcar la diferencia a la hora de decidir.
Háblame del papel de los representantes…
En el mundo audiovisual es la puerta entrada. No suelen abrir casting a gente que no tenga representante. Y los directores de casting contactan directamente con el representante. Si no tienes, no accedes.
Y háblame de los clichés…
En la broma y el cliché siempre hay un punto de verdad. Se dice mucho que hay ego. Y hay un punto de que si. De querer ser el centro de atención, y en algunos casos lo ves. ¿Promiscuos? (risas). Se mezclan muchas emociones y es curioso afrontarlas. Al final, nos relacionamos con mucha gente, y en algunos papeles te tienes que enamorar de uno y quizás tienes pareja. Es una mezcla de emociones y sensaciones constante.
¿Es fácil enamorarse en rodaje?
Creo que sí. Tienes que conectar de alguna manera. Y cuando te estás enamorando en escena, dentro el juego, puede trasladarse al mundo real. También es verdad que aprendes poco a poco en saber separar los dos mundos. A mí no me ha pasado pero pasa.
¿Entre tanta competitividad, hay amigos de verdad?
Sí, hay amistad. Confías en ti. Y en saber que tu eres válida y si no te cogen es porque no era para ti y no dependía de ti.
¿Como es la relación política-cultura?
La cultura debe estar subvencionada porque no produce nada que pueda palparse materialmente pero te alimenta el alma. No se puede valorar desde las ganancias, debe haber una inversión por parte del gobierno para hacer que la cultura sea algo importante. Una sociedad con cultura es una sociedad más inteligente y piensa más. No hay suficientes ayudas. En Francia los actores son un bien nacional y haciendo una obra al año, tienen un sueldo el resto del año. La gente va al teatro, como en Londres. Aquí en España, a veces parece que los actores son cuatro muertos de hambre que hacen entretenimiento. Y en cambio creo que se debería valorar más. Y en sociedades más desarrolladas se valora. Hay más pensamiento crítico.
TEST PERSONAL
Un defecto: La inseguridad. En la que falla, o hay una crítica, me vengo abajo.
Una virtud: Positivismo.
Un acierto: Haber apostado por ser actriz.
Un error: Decir que sí cuando sientes que no.
Una frase: No te juzgues. Si te juzgas no eres libre. El demonio te va matando.
Un referente: Ana Lizaran. La gran dama del teatro catalán. Se murió hace 4 años. Y aprendí mucho de ella como persona, saber ser la líder pero en buen sentido, saber agrupar a la gente, saber dar buen rollo, saber tirar del carro, como actriz era muy fuerte.
Una anécdota: Más que anécdota es un ritual, y es que antes de cada interpretación necesito hacer un ritual y pronunciar un trabalenguas que me ayuda a concentrarme
Una ilusión: Poderme dedicar toda la vida a ser actriz. Y ser feliz.
Un consejo: Persistir.
Una decepción: Ver que los humanos vamos hacia el desastre. La sociedad va a peor. Y, por ejemplo, que se valoren a gobernantes como Trump que son nocivos.
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https://bestyoungtalent.com/2017/08/04/entrevista-a-clara-ramon-la-cultura-te-alimenta-el-anima/
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